lunes, 10 de enero de 2011

¿Mala Intencion o Persecusion? A Silvestre Dangond



Una verdadera tempestad en un vaso de agua han armado algunos medios capitalinos, satanizando un gesto del cantante vallenato Silvestre Dangond, han querido mostrar como una burda manipulación, lo que de acuerdo a nuestro código Caribe, no es más que una simple expresión de informalismo y mamadera de gallo.

No es la primera vez que ese periodismo gavillero se ensaña con los costeños a los que no nos bajan de corronchos y poco amigos del trabajo; tratándose de nuestra música la fobia es peor, parece que no han asimilado que los entumidos ritmos andinos hace rato fueron mandados al carajo por las alegres notas de los acordeones vallenatos.

De tal manera que a los cachacos de la autentica etiqueta rola que son pocos los que quedan, les molesta que en el interior se atiborren los conciertos con nuestros artistas y que algunos alcancen el blindaje de ídolos, sin necesidad de haber hecho el lobby en sus medios de comunicación, pues fue la provincia quien los parió y sus periodistas y locutores los que los impulsaron.

Lo de Silvestre en Patillal, no en el Patillal como lo pronuncian y escriben, porque son los reyes del desconocimiento, no fue más que una charada del urumitero, quien se congració con el menor que subió a la tarima por la imitación de su canto y sus movimientos, tanto así que se desprendió de unos billetes y por tratarse de ser el día de Navidad le entregó su aguinaldo tal como lo anunció a micrófono abierto, se arrodilló, le estampó un beso y finalmente le tiró esa mano fatídica, muy lejos de una intensión mal sana, y que tiene rasgándose las vestiduras a muchos pulcros periodistas del altiplano que tal vez por estar acostumbrados a lidiar tantos casos de pedofilia en su tierra, confunden aquí una expresión de afecto folclórico con una torcida pretensión sexual.

Afortunadamente ese niño no era cachaco, y que nos excusen los muchos interioranos de bien que viven y hacen patria en Valledupar, pero estamos seguros que detrás del escándalo periodístico ya hubieran azuzado a sus padres para que llevara el caso a los tribunales pensando en una millonaria indemnización porque el dinero fácil, sí que le gusta a mucha gente, y tratándose de un artista de tanto prestigio como Silvestre, ya lo tendrían como la gallinita de los huevos de oro.

Los vallenatos de estirpe, y todos los que asistieron esa noche a Patillal de seguro son conscientes de la inocencia del cantante y que en ningún momento el desafortunado toque, tuvo la malicia que quieren endilgarle; así el código del menor prohíba cualquier roce en las partes genitales de un infante, lo de Dangond es un claro accidente de su sencillez, y está muy lejos de una desviación enferma.

Aquí se pueden estar escondiendo algunos factores incendiarios; aparte del síndrome de la chiva mal intencionada y el rencor al género musical y sus protagonistas que sienten varios comunicadores capitalinos, están los archirrivales criollos que no soportan la popularidad del cantante y aprovechan ese momento y lo convierten en el ‘papayazo’ esperado y suministraron el video a la llamada gran prensa o simplemente lo subieron al monstruo de mil cabezas que es el internet para que lo tomaran de allí.

Esa es una buena lección para que los artistas nuestros dejen de cargar camarógrafos en sus viajes como si fueran unos miembros más de los conjuntos, no queremos decir que fueron ellos pero cabe preguntar ¿de dónde salió el video?, Porque aficionado no es, además estos mal llamados productores lo que incitan es a la piratería con estas tomas que al día siguiente invaden la galería, y otros los pasan en programas locales de Televisión, arrogando de periodistas, incluso a muchos los financian con publicidad oficial.

Lo que sí está claro es que puede el ser humano morirse haciendo cosas buenas, que nunca se las van a destacar, pero tan pronto da un traspiés, todos quieren hacer leña del árbol caído; a la prueba está y eso no lo dicen, y es que el cantante patrocina una Fundación para los niños enfermos de síndrome de Down, o que el fin de año brindó una fiesta a varios menores.

Eso no lo difunden ni mucho menos que aparte de ser un excelente cantante, le ha puesto como decimos coloquialmente ‘el pie en el pescuezo’ a las vacas sagradas de la presentación en la TV colombiana, y eso los tiene bejucos de acuerdo a su propia jerga.

Tranquilo Silvestre que los vallenatos saben que al árbol con frutos es al que le tiran piedras, tienes toda la vida para triunfar y…. ¡Buena suerte!.

Fuente: .radioguatapuri

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